Vivir Depues De La Perdida - Softcover

¿Qué hace usted cuando se pronuncia la palabra muerte? Si usted es como la mayoría de nosotros, lo primero que hace es conmocionarse. Después, usted está apto para hacer cualquier cosa. Con frecuencia, los primeros siete días, está confuso, acerca de todo lo que después recordará muy poco.

En realidad, no hay nada que usted pueda planear hacer durante las primeras horas y algunos días después de la noticia de una pérdida impactante. No puede anticipar cómo reaccionará ante la muerte de alguien querido para usted. Aunque haya sufrido otras pérdidas, cada experiencia es diferente y puede reaccionar de muy distintas maneras.

Estoy asombrado por la cantidad de personas que conozco en funerales, quienes tienen m&aacutes de sesenta años de edad y nunca antes perdieron algún ser querido a causa de la muerte. Si usted no ha tenido experiencias con la muerte, es doblemente importante que no espere hasta que ocurra para hablar de ella.

Esposos y esposas se hacen un gran favor entre sí al hablar acerca de la casi certeza de que no morirán al mismo tiempo. Esa conversación debería iniciarse inmediatamente después de la boda, o antes si fuera posible. Saber que todos los matrimonios terminan en divorcio o con la muerte es una idea sombría para las parejas comprometidas, sin embargo ése es un hecho. No es agradable hablar de la muerte, pero tampoco es deprimente o morboso, a menos que se haga de esa forma.

Lo mejor que usted puede decir respecto a escuchar la mala noticia por primera vez, es que cualquiera que sea su reacción será normal y estará bien. Algunas personas se desmayan, otras están fríamente serenas. Algunas ceden al llanto, otras se convierten en los mejores organizadores del mundo.

Ninguna reacción es mejor o peor que cualquiera otra. Si no se pone histérico, no significa que le importe menos. No es más débil si llora, ni más valiente si no lo hace.

Mientras transcurre todo, el llanto es algo bueno y una señal alentadora. Una buena regla comprobada es: si ya han transcurrido tres meses y usted no ha soltado todo, probablemente debería buscar consejo.

Sin embargo, usted se conoce a sí mismo mejor que nadie. Si usted no se conmueve en otros ambientes, tal vez no está en un momento de p&eacuterdida. Si no siente deseos de llorar durante las primeras horas o días no se preocupe por eso! Si cuando ha transcurrido algún tiempo siente que desea llorar pero no puede, busque ayuda profesional.

Después de la muerte de un ser querido, cuídese usted mismo

Cuando ha muerto un ser querido, cuídese usted mismo especialmente. Los siguientes pasos le ayudarán durante esta época tan dificil:

1. Después de su pérdida, vigile su estado de salud

Si usted ha estado bajo el cuidado de un médico, o si i tiene cualquier antecedente de problemas o ataques cardiacos o presión alta, póngase en contacto con su médico ahora.

2. Sea muy cuidadoso con lo que come o bebe

Tal vez la alimentación tenga poco interés. Sin embargo, usted necesitará toda la energía y fortaleza emocional que pueda acumular. No es bueno permanecer largos periodos sin comer, y después consumir alimentos chatarra y bebidas que contengan cafeína o alcohol. Vea el Apéndice B para los lineamientos nutricionales.

3. Hable de la persona fallecida

Hablar con cualquiera y con todos aquellos que le escucharán. Recuerde los buenos momentos pasados y cuente las historias que solamente se refieran a aquel que acaba de morir. No vacile en hablar de los acontecimientos que rodearon la muerte. Podrá darse cuenta que está contando la historia de cómo ocurrió la muerte, una y otra vez. Eso es bueno y normal.

4. Dese tiempo para la soledad

Después del funeral quédese solo algún tiempo. Permítase la flexibilidad del tiempo, pero que sea un mínimo de una hora.

Dígase a sí mismo, en voz alta:

- i... está muerto¡ El (o ella) está muerto.

No diga se ha ido, o desapareció, o pasó a mejor vida. Utilice la palabra muerto. Necesita escuchar que usted mismo la dice. No tema a sus emociones. Ni siquiera la histeria lo peiJudicará.

5. Vaya a la cama lo más ajustado posible a su hora normal de dormir

Haga esto aun cuando no sienta deseos de dormir. Es importante conservar hasta donde sea posible intacta su rutina normal. Evite tranquilizarse utilizando medicinas, drogas o alcohol.

6. Permita que su comunidad de apoyo le ayude

Esto puede estar en su iglesia, sinagoga, con los amigos del trabajo, los miembros de una logia, de un club, o cualquier otro grupo de personas fuera de la familia.

Muchas personas no sabrán qué decir, pero eso no importa. Su presencia es lo que cuenta. Exprese esto a quien quiera que llegue a darle apoyo.

Puede darse cuenta que rezar y otras prácticas religiosas se le dificultan. También eso es normal. Es posible que durante las primeras horas incluso olvide el nombre de su rabino, sacerdote o ministro. De nuevo, no se preocupe. En adelante usted recuperará la fe.

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